El espacio se encuentra ubicado entre la cocina y las habitaciones, por lo cual el cliente requería que fuese un ambiente de descanso, cómodo, accesible para recibir invitados o poder desayunar. Dividimos el espacio en 2 áreas, una social con un sofá modular con una paleta de colores que nos da calidez y armonía. Este sofá nos permite tener la libertad de hacer composiciones diferentes dependiendo de la ocasión, y se complementó con las sillas Rabbit que le dan un toque divertido al espacio, junto con dos mesas de diferentes alturas de mármol carrara que aportan elegancia. La otra área más romántica con una mesa y cuatro sillas atemporales, en color blanco, que están inspiradas en el clásico juego de jardín victoriano, con un estilo pop.

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